TESTIMONIOS


Testimonio de Sor Monserrate María del Corazón Crucificado de Jesús 




Vocación, historia de una semilla
Hola mi nombre es Sor Monserrate María del Corazón Crucificado de Jesús. Actualmente soy Juniora Carmelita.
Y como llegue aquí?
Es una historia un poco larga, pero no te asustes tengo poco espacio, no la voy a contar toda, además tengo que dejarte en suspenso para que quieras seguir averiguando. Antes imagina una pequeñísima semilla. Sembrada por Dios en el corazón.
De pequeña sentí una inclinación hacia la vida religiosa, debido a que vivía cerca de una comunidad de vida activa. Pero como a todos nos pasa los afanes y los amores de la juventud fueron acallando ese llamado.
Luego llegó el tiempo de la Universidad: hospedaje, nuevas amistades, otros intereses. Y Dios esperando su momento. Y por fin llegó, pero antes esa semilla que Él había colocado en mi corazón iba creciendo sin que me diera cuenta, aunque algunas veces me inquietaba y yo tratando de enredarme en más cosas, más ruidos para acallarla. Me gustaban mis estudios, me gustaba salir y compartir sanamente. Pero en una feria vocacional de la universidad me acerqué solo para curiosear con una amiga. Y… ¡AY! Dos religiosas de una Congregación de vida activa me interpelan con varias preguntas y yo por supuesto nerviosa. Lanzan la pregunta: ¿Y cuál de las dos desea ser religiosa?
Yo por supuesto me quedé callada, pero mi amiga que era más despierta  que yo dice: “Ella” y  yo lo único que pude decir o hacer  fue echarme  a reír como una loca.
Así comenzó todo esto, luego les conocí mas profundamente, hice retiro con ellas y decidí  entrar. La semilla ya estaba creciendo en un lugar propicio. Pero como dice un santo de nuestro tiempo: “el llamado de Dios es un camino secreto por donde suavemente nos conduce el Señor, conocer claramente su divina voluntad y sellar el porvenir con la gracia de Dios.”
Esa semilla aunque crecía necesitaba más cercanía a su Creador, a su Sembrador. Y era feliz donde estaba, me gustaba mi apostolado y la convivencia con las hermanas era muy buena. Pero Dios seguía punzando en mi interior, seguía invitándome a una vida de más intimidad con Él. A una vida a tiempo completo solo para Él y nada más. Así después de 7 años de este luchar comencé un proceso de discernimiento, con la ayuda de un sacerdote y de Sor Lourdes mi actual maestra de novicias. En la otra congregación se me dio la oportunidad de experimentar esta vida. Y así luego de un año comenzó esta nueva aventura de amor que me encuentro viviendo. El domingo 28 de marzo de 2008. Domingo de la divina Misericordia a las 3:00 p.m.Fue la hora marcada por el amor para la entrega total y a tiempo completo a su amor misericordioso.

 Desde entonces y hasta hoy esa semilla que Dios en su infinito amor sembró en mi corazón continúa creciendo y aunque pasa días de lluvia y viento con esperanza, puesta solo en Jesús y María que sostienen ese crecimiento.
Joven que lees esto, te invito a preguntarle al Señor ¿Cómo y dónde puedo amarte y servirte mejor? Escúchale en silencio. Él siempre habla y no deja de llamarnos a acercarnos cada día más a su Corazón. Deja que Dios te interpele y que María Nuestra Madre te guie de su mano.