Oficio Propio Carmelita – 1 de Sep.
SANTA TERESA MARGARITA REDI, EL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS.
Virgen de Nuestra Orden.
Memoria
Descendiente de la noble familia de los Redi, vio la luz en Arezo (Toscana) el 15 de Julio de 1747. Entró en el monasterio de las carmelitas descalzas de Florencia el 1 de septiembre de 1764. Enriquecida con la singular experiencia contemplativa del enunciado joánico: “Dios es amor”, sintió hondamente la llamada a la vida oculta por el camino del amor y la inmolación de sí misma. Consumó en breve su vocación y la consolidó con la práctica heroica de la caridad fraterna. Descansó en el Señor en Florencia el 7 de marzo de 1770. El 9 de junio de 1929 fue beatificada y el 19 de marzo de 1934 canonizada por el Papa Pío XI.
Invitatorio
Ant. Venid, adoremos al Cordero, al Esposo acompañado por el cortejo de vírgenes..
Oficio de lectura
HIMNO
Teresa Margarita,
celeste hermana,
al ritmo del latido
de la plegaria,
te cantamos unánimes
nuestra alabanza
Dios Amor ha prendido
en ti la hoguera
de caridad divina,
por eso anhelas
con tu fuego de cielo
quemar la tierra.
En la vida común
-dulce martirio-,
tu amor a las hermanas
se hace servicio,
que en ellas tu fe viva
descubre a Cristo.
“Padecer y callar”
es tu sendero,
que habló Dios su Palabra
en el silencio,
y el Verbo se hizo carne
de sufrimiento.
Gozosos en tu día,
rendimos gloria
al Dios uno en esencia,
trino en Personas,
que en el alma del justo
por gracia mora. Amén.
SEGUNDA LECTURA
De las Actas de canonización (Dec. “Super tuto” AAS 26 (1934), 105-106)
El amor de Cristo nos apremia
Podría afirmarse que la vida entera de Teresa Margarita, enmarcada en tan breve espacio de años, fue una continua escalada de su angelical corazón hacia Dios.
Su alma candorosa buscaba a Dios como por instinto, convencida de que únicamente en ‘el podía hallar descanso.
Teresa Margarita supo hermanar la pureza interior con una profunda humildad, deseando de veras ser desconocida y despreciada, y soportando la humillación no solo con paciencia, sino con alegría. En alas de su limpieza de corazón y humildad de espíritu, mereció remontarse a un altísimo grado de amor que pronto la abraso en ardores seráficos. Había llegado así a no poder apenas hablar de Dios, sin que se le encendiese de resplandor el rostro. Apremiada por esa caridad divina, amaba también entrañablemente a todos los hombres, en especial a los desventurados pecadores, por quienes se había ofrecido a Dios en holocausto generoso. Servia a sus hermanas de comunidad, sobre todo a las enfermas, con tan humilde delicadeza y total desprendimiento, que parecía un ángel de caridad. Alimentaba la llama de ese amor principalmente con el pan eucarístico, del que tan viva hambre sentía, y con un culto peculiar al Sacratísimo Corazón de Jesús, precisamente en una época en que el contagio jansenista, propagado por distintos puntos de Toscaza, atacaba tan provechosa devoción. Veneraba además con tierno amor filial a la Madre de Dios, como modelo y abogada de su pureza virginal. Favorecida con la gracia de una alta contemplación, se uni9a cada vez mas estrechamente a Dios, como reflejando ya la luz del alba de la cercana eternidad.
Solo faltaba a Teresa Margarita, ante la inminencia de su partida, reproducir mas al vivo en si misma la imagen de su esposo crucificado con el martirio místico de su alma, como correspondía a una hija autentica de santa Teresa y a una fiel discípula de san Jun de la Cruz. E iba a ser la misma violencia del amor la raíz de este martirio. En efecto, cuanto mas ardiente es la caridad, tanto mas urge al alma a amar; ahora bien estando ella incapacitada para abarcar la infinita amabilidad de Dios con su amor, se siente extrañamente atormentada por el insaciable anhelo de un amor mas intenso y, envuelta en una especie de noche oscura, se cree como abandonada de Dios; que el amor cuanto mas grande es, tanto mas pequeño aparece a sus propios ojos. Sin embargo, un alma clavada en la cruz con Cristo, mediante ese supremo martirio del corazón, adquiere para si y para los otros unos frutos de redención más copiosos. Precisamente las almas que llegan en la Iglesia a una pureza de mas quilates y a una espiritualidad de mas altura son las que con su apostolado oculto del sufrimiento, el amor y la oración contribuyen como nadie al bien de todos los hombres.
RESPONSORIO Dt 6, 4-5;4,24
R. Escucha Israel: El Señor nuestro Dios es solamente uno.
* Amaras al Señor tu Dios con todo el corazón, con toda el alma,
con todas las fuerzas.
V. El Señor tu Dios es un fuego devorador, un Dios celoso.
* Amaras al Señor tu Dios con todo el corazón, con toda el alma,
con todas las fuerzas.
Laúdes
HIMNO
Hoy, Teresa Margarita,
sol del Carmen de Florencia.
la mañana resucita
con la luz de tu presencia.
Logras tu anhelo: ser rosa
del vergel carmelitano,
que tu alma solo rebosa
de amor a Dios y al hermano.
Acudes sedienta al pozo
abierto en el Corazón
de Cristo, y sacas con gozo
las aguas de salvación.
La noche oscura te asalta,
y te abrazas a la cruz,
completando lo que falta
a la pasión de Jesús.
Mientras vamos de camino.
queremos vivir, en pos
de ti, con gesto paulino:
“ocultos con Cristo en Dios”.
La fe de amor encendida
alabe a la Trinidad,
Padre-origen, Verbo-vida
y Espíritu-caridad. Amen.
LECTURA BREVE
Ya que habéis resucitado con Cristo, buscad los bienes de allá arriba, donde esta Cristo, sentado a la derecha de Dios; aspirad a los bienes de arriba, no a los de la tierra. Porque habéis muerto; y vuestra vida esta con Cristo escondida en Dios. Cuando aparezca Cristo, vida nuestra, entonces también vosotros apareceréis, juntamente con el, en la gloria.
RESPONSORIO BREVE
R. Oigo en mi corazón:
*Buscad mi rostro. Oigo.
V. Tu rostro buscare, Señor.
*Buscad mi rostro. Gloria al Padre. Oigo.
Ant. Benedictus Yo soy el camino, y la verdad,
y la vida. Nadie va al Padre sino por mi.
Benedictus
Ant. Benedictus Yo soy el camino, y la verdad,
y la vida. Nadie va al Padre sino por mi.
PRECES
Adoremos a Cristo, puerta franca de los secretos del Padre, y digámosle con fe:
Señor; muéstranos al Padre
Cristo, que eres el camino, y la verdad, y la vida,
-sé nuestra senda para subir al Padre.
Tú que eres la luz del mundo y el resplandor de la gloria de Dios,
-alumbra la noche oscura de nuestra fe mientras vamos de camino hacia el Padre.
Cristo, Palabra increada hecha carne, que llamaste a Teresa Margarita a imitar por la fe tu actitud frente al Padre.
-Concédenos perseverar siempre en una vida escondida contigo en Dios.
Jesús, espejo y corona de la humildad, que viniste, no a ser servido, sino a servir,
-enséñanos a realizar en la oscuridad de la vida ordinaria todo cuanto agrada al Padre que ve en lo secreto.
Cristo, Palabra de Dios, que te hiciste pasible y paciente entre los hombres,
-aliéntanos a seguir tus huellas de crucificado, como Teresa Margarita, entregándonos por la Iglesia que es tu cuerpo.
Jesús, que tanto amaste a Maria, tu compañera singularmente generosa en la obra de la salvación,
-haznos, por intercesión de tu Madre, prontos al amoroso cumplimiento de la voluntad del Padre celestial.
Padre nuestro..........
Oración
Señor, Padre Santo, que concediste a Santa Teresa Margarita sacar de las fuentes del Salvador tesoros incalculables de humildad y caridad; otórganos, por su intercesión, que jamás nos separemos del amor de Jesucristo. Que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
VISPERAS
HIMNO
Dichosa tu que, entre todas,
fuiste por Dios sorprendida
con tu lámpara encendida
para el banquete de bodas.
Con el abrazo inocente
de un hondo pacto amoroso,
vienes a unirte al Esposo
por virgen y por prudente.
Enséñanos a vivir.
Ayúdenos tu oración.
Danos en la tentación
la gracia de resistir.
Maria, pureza en vuelo,
Virgen de vírgenes, danos
la gracia de ser humanos
sin olvidarnos del cielo.
Honor a la Trinidad
por esta limpia victoria.
Y gloria por esta gloria
que alegra a la Cristiandad. Amen.
LECTURA BREVE 1 Jn. 4, 16b
Dios es amor, y quien permanece en el amor permanece en Dios, y Dios en el.
RESPONSORIO BREVE
R. Las aguas torrenciales
* No podrán apagar el amor. Las aguas.
V. Ni anegarlo los ríos. *
No podrán apagar el amor. Gloria al Padre. Las aguas.
Ant. Magnificat Como el Padre me ha amado,
así os he amado yo; permaneced en mi amor.
Magnificat
Ant. Magnificat Como el Padre me ha amado,
así os he amado yo; permaneced en mi amor.
PRECES
Alabemos a Cristo, que nos dejo en el amor de Dios y del prójimo su mandamiento supremo, y supliquémosle:
Concédenos tu amor, Señor Jesús.
Cristo, que en tu corazón nos revelaste la eterna caridad del Padre,
- Haznos mensaje viviente del amor divino.
Cristo, que viniste a traer fuego a la tierra,
-inflámanos en la hoguera de amor, en que se abraso Teresa Margarita.
Tu que nos enseñaste a hacer siempre a los ojos del Padre lo que a el le agrada,
-Concédenos que nuestra vida sea un constante homenaje de amor filial y de obediencia al Padre.
Tu que nos dejaste en el prójimo como un sacramento de tu presencia,
-ayúdanos a descubrirte de continuo en nuestros hermanos y a servirte Con amor el ellos.
Tu que llamaste tempranamente a tu presencia a Teresa Margarita devorada por el fuego de tu caridad,
-date prisa en recibir a nuestros hermanos difuntos en el reino eterno de tu amor.
Padre nuestro.........
Oración
Señor, Padre Santo, que concediste a Santa Teresa Margarita sacar de las fuentes del Salvador tesoros incalculables de humildad y caridad; otórganos, por su intercesión, que jamás nos separemos del amor de Jesucristo. Que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
Virgen de Nuestra Orden.
Memoria
Descendiente de la noble familia de los Redi, vio la luz en Arezo (Toscana) el 15 de Julio de 1747. Entró en el monasterio de las carmelitas descalzas de Florencia el 1 de septiembre de 1764. Enriquecida con la singular experiencia contemplativa del enunciado joánico: “Dios es amor”, sintió hondamente la llamada a la vida oculta por el camino del amor y la inmolación de sí misma. Consumó en breve su vocación y la consolidó con la práctica heroica de la caridad fraterna. Descansó en el Señor en Florencia el 7 de marzo de 1770. El 9 de junio de 1929 fue beatificada y el 19 de marzo de 1934 canonizada por el Papa Pío XI.
Invitatorio
Ant. Venid, adoremos al Cordero, al Esposo acompañado por el cortejo de vírgenes..
Oficio de lectura
HIMNO
Teresa Margarita,
celeste hermana,
al ritmo del latido
de la plegaria,
te cantamos unánimes
nuestra alabanza
Dios Amor ha prendido
en ti la hoguera
de caridad divina,
por eso anhelas
con tu fuego de cielo
quemar la tierra.
En la vida común
-dulce martirio-,
tu amor a las hermanas
se hace servicio,
que en ellas tu fe viva
descubre a Cristo.
“Padecer y callar”
es tu sendero,
que habló Dios su Palabra
en el silencio,
y el Verbo se hizo carne
de sufrimiento.
Gozosos en tu día,
rendimos gloria
al Dios uno en esencia,
trino en Personas,
que en el alma del justo
por gracia mora. Amén.
SEGUNDA LECTURA
De las Actas de canonización (Dec. “Super tuto” AAS 26 (1934), 105-106)
El amor de Cristo nos apremia
Podría afirmarse que la vida entera de Teresa Margarita, enmarcada en tan breve espacio de años, fue una continua escalada de su angelical corazón hacia Dios.
Su alma candorosa buscaba a Dios como por instinto, convencida de que únicamente en ‘el podía hallar descanso.
Teresa Margarita supo hermanar la pureza interior con una profunda humildad, deseando de veras ser desconocida y despreciada, y soportando la humillación no solo con paciencia, sino con alegría. En alas de su limpieza de corazón y humildad de espíritu, mereció remontarse a un altísimo grado de amor que pronto la abraso en ardores seráficos. Había llegado así a no poder apenas hablar de Dios, sin que se le encendiese de resplandor el rostro. Apremiada por esa caridad divina, amaba también entrañablemente a todos los hombres, en especial a los desventurados pecadores, por quienes se había ofrecido a Dios en holocausto generoso. Servia a sus hermanas de comunidad, sobre todo a las enfermas, con tan humilde delicadeza y total desprendimiento, que parecía un ángel de caridad. Alimentaba la llama de ese amor principalmente con el pan eucarístico, del que tan viva hambre sentía, y con un culto peculiar al Sacratísimo Corazón de Jesús, precisamente en una época en que el contagio jansenista, propagado por distintos puntos de Toscaza, atacaba tan provechosa devoción. Veneraba además con tierno amor filial a la Madre de Dios, como modelo y abogada de su pureza virginal. Favorecida con la gracia de una alta contemplación, se uni9a cada vez mas estrechamente a Dios, como reflejando ya la luz del alba de la cercana eternidad.
Solo faltaba a Teresa Margarita, ante la inminencia de su partida, reproducir mas al vivo en si misma la imagen de su esposo crucificado con el martirio místico de su alma, como correspondía a una hija autentica de santa Teresa y a una fiel discípula de san Jun de la Cruz. E iba a ser la misma violencia del amor la raíz de este martirio. En efecto, cuanto mas ardiente es la caridad, tanto mas urge al alma a amar; ahora bien estando ella incapacitada para abarcar la infinita amabilidad de Dios con su amor, se siente extrañamente atormentada por el insaciable anhelo de un amor mas intenso y, envuelta en una especie de noche oscura, se cree como abandonada de Dios; que el amor cuanto mas grande es, tanto mas pequeño aparece a sus propios ojos. Sin embargo, un alma clavada en la cruz con Cristo, mediante ese supremo martirio del corazón, adquiere para si y para los otros unos frutos de redención más copiosos. Precisamente las almas que llegan en la Iglesia a una pureza de mas quilates y a una espiritualidad de mas altura son las que con su apostolado oculto del sufrimiento, el amor y la oración contribuyen como nadie al bien de todos los hombres.
RESPONSORIO Dt 6, 4-5;4,24
R. Escucha Israel: El Señor nuestro Dios es solamente uno.
* Amaras al Señor tu Dios con todo el corazón, con toda el alma,
con todas las fuerzas.
V. El Señor tu Dios es un fuego devorador, un Dios celoso.
* Amaras al Señor tu Dios con todo el corazón, con toda el alma,
con todas las fuerzas.
Laúdes
HIMNO
Hoy, Teresa Margarita,
sol del Carmen de Florencia.
la mañana resucita
con la luz de tu presencia.
Logras tu anhelo: ser rosa
del vergel carmelitano,
que tu alma solo rebosa
de amor a Dios y al hermano.
Acudes sedienta al pozo
abierto en el Corazón
de Cristo, y sacas con gozo
las aguas de salvación.
La noche oscura te asalta,
y te abrazas a la cruz,
completando lo que falta
a la pasión de Jesús.
Mientras vamos de camino.
queremos vivir, en pos
de ti, con gesto paulino:
“ocultos con Cristo en Dios”.
La fe de amor encendida
alabe a la Trinidad,
Padre-origen, Verbo-vida
y Espíritu-caridad. Amen.
LECTURA BREVE
Ya que habéis resucitado con Cristo, buscad los bienes de allá arriba, donde esta Cristo, sentado a la derecha de Dios; aspirad a los bienes de arriba, no a los de la tierra. Porque habéis muerto; y vuestra vida esta con Cristo escondida en Dios. Cuando aparezca Cristo, vida nuestra, entonces también vosotros apareceréis, juntamente con el, en la gloria.
RESPONSORIO BREVE
R. Oigo en mi corazón:
*Buscad mi rostro. Oigo.
V. Tu rostro buscare, Señor.
*Buscad mi rostro. Gloria al Padre. Oigo.
Ant. Benedictus Yo soy el camino, y la verdad,
y la vida. Nadie va al Padre sino por mi.
Benedictus
Ant. Benedictus Yo soy el camino, y la verdad,
y la vida. Nadie va al Padre sino por mi.
PRECES
Adoremos a Cristo, puerta franca de los secretos del Padre, y digámosle con fe:
Señor; muéstranos al Padre
Cristo, que eres el camino, y la verdad, y la vida,
-sé nuestra senda para subir al Padre.
Tú que eres la luz del mundo y el resplandor de la gloria de Dios,
-alumbra la noche oscura de nuestra fe mientras vamos de camino hacia el Padre.
Cristo, Palabra increada hecha carne, que llamaste a Teresa Margarita a imitar por la fe tu actitud frente al Padre.
-Concédenos perseverar siempre en una vida escondida contigo en Dios.
Jesús, espejo y corona de la humildad, que viniste, no a ser servido, sino a servir,
-enséñanos a realizar en la oscuridad de la vida ordinaria todo cuanto agrada al Padre que ve en lo secreto.
Cristo, Palabra de Dios, que te hiciste pasible y paciente entre los hombres,
-aliéntanos a seguir tus huellas de crucificado, como Teresa Margarita, entregándonos por la Iglesia que es tu cuerpo.
Jesús, que tanto amaste a Maria, tu compañera singularmente generosa en la obra de la salvación,
-haznos, por intercesión de tu Madre, prontos al amoroso cumplimiento de la voluntad del Padre celestial.
Padre nuestro..........
Oración
Señor, Padre Santo, que concediste a Santa Teresa Margarita sacar de las fuentes del Salvador tesoros incalculables de humildad y caridad; otórganos, por su intercesión, que jamás nos separemos del amor de Jesucristo. Que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
VISPERAS
HIMNO
Dichosa tu que, entre todas,
fuiste por Dios sorprendida
con tu lámpara encendida
para el banquete de bodas.
Con el abrazo inocente
de un hondo pacto amoroso,
vienes a unirte al Esposo
por virgen y por prudente.
Enséñanos a vivir.
Ayúdenos tu oración.
Danos en la tentación
la gracia de resistir.
Maria, pureza en vuelo,
Virgen de vírgenes, danos
la gracia de ser humanos
sin olvidarnos del cielo.
Honor a la Trinidad
por esta limpia victoria.
Y gloria por esta gloria
que alegra a la Cristiandad. Amen.
LECTURA BREVE 1 Jn. 4, 16b
Dios es amor, y quien permanece en el amor permanece en Dios, y Dios en el.
RESPONSORIO BREVE
R. Las aguas torrenciales
* No podrán apagar el amor. Las aguas.
V. Ni anegarlo los ríos. *
No podrán apagar el amor. Gloria al Padre. Las aguas.
Ant. Magnificat Como el Padre me ha amado,
así os he amado yo; permaneced en mi amor.
Magnificat
Ant. Magnificat Como el Padre me ha amado,
así os he amado yo; permaneced en mi amor.
PRECES
Alabemos a Cristo, que nos dejo en el amor de Dios y del prójimo su mandamiento supremo, y supliquémosle:
Concédenos tu amor, Señor Jesús.
Cristo, que en tu corazón nos revelaste la eterna caridad del Padre,
- Haznos mensaje viviente del amor divino.
Cristo, que viniste a traer fuego a la tierra,
-inflámanos en la hoguera de amor, en que se abraso Teresa Margarita.
Tu que nos enseñaste a hacer siempre a los ojos del Padre lo que a el le agrada,
-Concédenos que nuestra vida sea un constante homenaje de amor filial y de obediencia al Padre.
Tu que nos dejaste en el prójimo como un sacramento de tu presencia,
-ayúdanos a descubrirte de continuo en nuestros hermanos y a servirte Con amor el ellos.
Tu que llamaste tempranamente a tu presencia a Teresa Margarita devorada por el fuego de tu caridad,
-date prisa en recibir a nuestros hermanos difuntos en el reino eterno de tu amor.
Padre nuestro.........
Oración
Señor, Padre Santo, que concediste a Santa Teresa Margarita sacar de las fuentes del Salvador tesoros incalculables de humildad y caridad; otórganos, por su intercesión, que jamás nos separemos del amor de Jesucristo. Que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.